En su recorrido por el litoral de la comuna de San Juan de la Costa, el candidato de la oposición, Bernardo Candia Henríquez, constató que por lejos la situación más insostenible es la que aqueja a los vecinos de Bahía Mansa, quienes pese a contar con una urbanización importante, no cuentan con las condiciones mínimas de salubridad, debido a la ausencia de alcantarillado.
“Es incomprensible que en pleno siglo XXI haya una zona construida, con atractivo turístico y con una importante cantidad de familias, que no cuente con alcantarillado. No puedo entender cómo una autoridad no se da cuenta que esta es una necesidad imperiosa, que se trata de la dignidad de las personas, y no haya hecho nada en 18 años. Eso habla de una falta de sensibilidad tremenda que los vecinos de San Juan de la Costa no tienen por qué seguir tolerando”, afirmó el aspirante al municipio.
Por este motivo, Candia señaló que su primer proyecto será la construcción del alcantarillado del litoral, para que las familias cuenten a la brevedad posible con este vital servicio.
“Es incomprensible que en pleno siglo XXI haya una zona construida, con atractivo turístico y con una importante cantidad de familias, que no cuente con alcantarillado. No puedo entender cómo una autoridad no se da cuenta que esta es una necesidad imperiosa, que se trata de la dignidad de las personas, y no haya hecho nada en 18 años. Eso habla de una falta de sensibilidad tremenda que los vecinos de San Juan de la Costa no tienen por qué seguir tolerando”, afirmó el aspirante al municipio.
Por este motivo, Candia señaló que su primer proyecto será la construcción del alcantarillado del litoral, para que las familias cuenten a la brevedad posible con este vital servicio.
“Estamos de brazos cruzados”
El testimonio más sentido que conoció Candia en su visita a las familias del litoral fue el de Doralisa Matus quien ha vivido hace 38 años en Bahía Mansa y toda su vida la se ha dedicado a trabajar en el mar, pero hoy quiere cambiar de rubro y dedicarse a la hospedería y el turismo.
Sin embargo choca con el problema de la falta de alcantarillado, que hace que los turistas no se queden por más de un día.
“Estamos de brazos cruzados, no pedimos que nos den nada, sólo pedimos las condiciones mínimas para poder trabajar. A mi edad no puedo seguir trabajando en el mar, hay personas postradas que necesitan atención, y no se les puede dar en estas condiciones. No podemos vivir eternamente de promesas, estamos cansados que se nos mienta”, sentenció.
Así como Doralisa Matus son cientos las familias que sufren al ver sus desechos correr junto a los caminos, o deben sacarlos de sus casas con baldes a los pozos negros fuera de sus casas, que muchas veces constituyen un riesgo para los niños y que en verano expelen olores nauseabundos que alejan a los turistas.
