Chile, el tercer receptor de la inversión extranjera en América Latina, se promociona estos días como un destino seguro para las empresas españolas, que ya ocupan un papel preponderante en este país y que se han visto sacudidas por las recientes expropiaciones en Argentina y Bolivia.
Con inversiones acumuladas por valor de 15.000 millones de dólares en las últimas dos décadas, España es el segundo inversor histórico en Chile, solo superado por Estados Unidos, y en 2011, a pesar de la crisis, se situó en tercer lugar, con 795 millones de dólares, según el Comité de Inversiones Extranjeras de Chile (CIE).