El éxito de Samsung continúa creciendo como la espuma. Su afán de apostar por dispositivos potentes, capaces de competir y hacer sombra al mismísimo iPhone de Apple -uno de sus grandes rivales-, ha hecho que la surcoreana se alce con el primer puesto entre los fabricantes mundiales de móviles. Una de sus gamas más populares es la denominada Galaxy. Con ella -y con Android como aliado- Samsung ha conseguido hacerse un hueco en el mercado.
Como se esperaba, la compañía ha mostrado la nueva generación de la gama Galaxy S, que destaca por contar con una pantalla de Super Amoled HD de 4,8 pulgadas, un procesador de cuatro núcleos Exynos de 1,4 GHz, que promete potencia, rendimiento y ahorro energético. El Samsung Galaxy S III llega con Android Ice Cream Sandwich y posibilidades NFC.
Hardware interno lleva como nombre, Exynos 4 Quad, un chipset con procesador de cuatro núcleos (1.4GHz) y GPU Mali 400, acompañado de 1GB de RAM.
El teléfono lleva una pantalla de 4,8 pulgadas de Super Amoled HD, con una resolución de 1280 por 720, lo que lo sitúa entre los mejores del mercado. Es un 22% mayor que la de su antecesor.
La cámara, por su parte, se queda en los ocho megapíxeles que tenía el modelo anterior. Eso sí realiza una serie de hasta 20 fotos a 3,3 imágenes por segundo para elegir la mejor toma de la serie, en su parte frontal es de 1.9 pixeles la cual te permitirá hacer videollamadas.
El Samsung Galaxy S III trabaja con la versión de Android 4.0, Ice Cream Sandwich. Este software funciona muy bien con los productos de Google: GMail, You Tube, Google+, Google Drive, entre otros.
En pequeñas cosas el S III es superior. “Te ve, te escucha y te entiende”, aseguran desde la compañía coreana. Para hacerlo han desarrollado un sistema de reconocimiento contextual de voz llamado S Voice, una ‘copia’ del Siri de Apple con la ventaja de que desde el primer momento estará disponible en ocho idiomas, entre ellos el español.