El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, expresó este martes su preocupación por la huelga policial en Bolivia y por su posible politización, y pidió a las partes negociar para hallar una solución.
“La huelga del cuerpo armado encargado de custodiar el orden público ya genera de por sí una sensación de incertidumbre”, declaró Insulza, según un comunicado de la OEA.
“Pero cuando una legítima reivindicación gremial parece confundirse con objetivos políticos de desestabilización, eso debe preocuparnos mucho más”, añadió.
PREOCUPANTES AMENAZAS
El comunicado de la OEA mencionó en particular a “mensajes intercambiados entre personas cercanas a la huelga, que profieren amenazas contra ministros del Gobierno y hacen alusión a un posible golpe de Estado”.
Policías de baja graduación entraron en huelga oficialmente por motivos salariales hace 6 días y centenares de agentes han protagonizado manifestaciones ante el palacio de Gobierno en La Paz.
El gobierno de Evo Morales asegura que esa huelga es parte de un complot opositor para derribarlo.
El comunicado de la OEA pidió que el conflicto sea solucionado “a fin de evitar que pueda ser manipulado por personas ajenas”.
Este martes las partes volvieron a la mesa de negociación para evaluar las exigencias salariales de los policías alzados: que se equiparen los sueldos con los de los militares de igual graduación (que según los agentes serían actualmente el doble), una jubilación con el 100% del último ingreso y el fin de una ley que les prohíbe expresar opiniones.