Su molestia por lo que consideró “una falta de respeto hacia el trabajo de los diputados y la autonomía de otro poder del Estado” el diputado socialista Fidel Espinoza dijo que “no me habían informado que ahora Longueira era el presidente de la Comisión de Pesca”, aludiendo a su comparecencia en la sesión del miércoles pasado de esa instancia legislativa para “imponer sus tiempos, amenazar con la urgencia y fijar los plazos en que la comisión y la Cámara deben despachar el proyecto de ley de pesca”.
El legislador sostuvo que “lamento que la mayoría oficialista de la comisión haya guardado silencio sumiso y cómplice con el instructivo que intentó imponer el ministro, quien parece no recordar que el renunció a su mandato legislativo y ya no es senador. Quizás la costumbre de mandonear a los parlamentarios de su partido lo haya traicionado, pero nada justifica que insista en mantener esa actitud prepotente que no sólo es hacia los pescadores artesanales, sino que ahora también trata de ejercerla con los diputados”.
Espinoza dijo que “si estamos tan contra el tiempo como sostiene uno de los ministros candidatos de este gobierno, no se debe al riguroso trabajo que hemos tratado de desempeñar en la comisión, abordando los temas de fondo, buscando corregirlos y perfeccionarlos, y no levantando las manos automáticamente como lo hacen los diputados oficialistas, sino a los actos del propio gobierno. De hecho, una de las principales razones que retrasaron el debate se encuentran en el cambio de ministro de Economía y el “reciclaje” que hicieron del proyecto que había hecho Fontaine y por el tardío envío del proyecto final al Congreso, que recién ocurrió a fines del año pasado”.
El parlamentario dijo que “el apuro de Longueira es su problema. Nosotros esperamos poder discutir como corresponde las cientos de indicaciones que presentamos para tratar de mejorar un mal proyecto. Y por lo menos, personalmente no estoy dispuesto a aceptar este tipo de trato por parte del ministro, que mira en menos el trabajo de los diputados, tratando de pasar luego al Senado para ver si por allá sus amigos y viejas amistades, que ya sacaron al snedor Bianchi de la comisión de pesca, le prestan ropa para lograr un acuerdo que salve a su proyecto… si es que llega a pasar”.
El legislador sostuvo que “lamento que la mayoría oficialista de la comisión haya guardado silencio sumiso y cómplice con el instructivo que intentó imponer el ministro, quien parece no recordar que el renunció a su mandato legislativo y ya no es senador. Quizás la costumbre de mandonear a los parlamentarios de su partido lo haya traicionado, pero nada justifica que insista en mantener esa actitud prepotente que no sólo es hacia los pescadores artesanales, sino que ahora también trata de ejercerla con los diputados”.
Espinoza dijo que “si estamos tan contra el tiempo como sostiene uno de los ministros candidatos de este gobierno, no se debe al riguroso trabajo que hemos tratado de desempeñar en la comisión, abordando los temas de fondo, buscando corregirlos y perfeccionarlos, y no levantando las manos automáticamente como lo hacen los diputados oficialistas, sino a los actos del propio gobierno. De hecho, una de las principales razones que retrasaron el debate se encuentran en el cambio de ministro de Economía y el “reciclaje” que hicieron del proyecto que había hecho Fontaine y por el tardío envío del proyecto final al Congreso, que recién ocurrió a fines del año pasado”.
El parlamentario dijo que “el apuro de Longueira es su problema. Nosotros esperamos poder discutir como corresponde las cientos de indicaciones que presentamos para tratar de mejorar un mal proyecto. Y por lo menos, personalmente no estoy dispuesto a aceptar este tipo de trato por parte del ministro, que mira en menos el trabajo de los diputados, tratando de pasar luego al Senado para ver si por allá sus amigos y viejas amistades, que ya sacaron al snedor Bianchi de la comisión de pesca, le prestan ropa para lograr un acuerdo que salve a su proyecto… si es que llega a pasar”.
